miércoles, 22 de septiembre de 2021

¿Me extrañas?

Hay momentos del día en que me pregunto si me extrañas. Si tal vez piensas en mis besos y en la forma en que te miraba, como si fueras único. Si te hacen falta esos episodios de risa en los que terminábamos sonriendo como tontos. Tal vez recuerdes las películas que vimos juntos en tu cama, o tal vez no, no sé. ¿Extrañas tomarme de la mano? ¿tocarme la rodilla cada vez que íbamos en taxi? Muchas veces yo sí. Sé que pasará, porque el tiempo todo lo cura, pero admito que aún me hace falta. ¿Te acuerdas de las videollamadas y de cómo me contabas lo que pasaba en tu día? Todo lo bueno, lo malo y lo divertido. Los cuentos de tus amigos y conocidos. Tenerte ahí en mis días buenos pero sobre todo en los malos, eso era maravilloso. Y los apodos cariñosos, tú sabes que eso lo he extrañado desde mucho antes del final. Y tú, ¿me extrañas?

miércoles, 15 de julio de 2020

En medio de la oscuridad

Muchas veces no nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor. El mundo se ha vuelto un lugar lúgubre y lleno de sombras que no tienen voluntad ni sentimientos. En ocasiones lo único que nos rodea son escaleras que bajan a lugares insospechados donde habitan amenazas y fantasmas, espacios en los que no podemos respirar. Me duele saber que siempre hay que estar prevenidos, agazapados, esperando lo peor y que es más útil tener desesperanza que fe. 

Pero hoy, en medio del caos y de un dolor profundo, entendí que en algunas ocasiones hay algo más. Me di cuenta que no siempre tengo que estar hundida en las profundidades de mis pensamientos y que salir de vez en cuando tiene su recompensa. Fue difícil entenderlo porque el mundo es un lugar puntiagudo, listo para pincharte en la primera oportunidad, pero tener la valentía de dejar mi cabeza me ha hecho encontrar algo que hace mucho no veía. Me he acercado con miedo y sobre todo con dudas, despacio, intentando no ser vista pero sabiendo con total certeza que no lo lograría y finalmente he dado contigo. Una luz brillante en medio de la oscuridad.   

lunes, 2 de julio de 2018

Indescifrable

A veces no se qué pensar. Imagínate, si tanto me cuesta descifrarme, ahora piensa en la imposibilidad de hacerlo contigo. Eres un misterio. O tal vez no, tal vez seas el hombre más básico del mundo y aún así yo no lo sabría. Porque me pierdo fácilmente mirando las estrellas. Porque a veces prefiero el silencio y fingir que nada ocurre. Porque siento que desde que nací estoy juntando mis piezas para saber quién soy. No se si alguna vez te ha pasado. Si te has acostado en tu cama, mirando al techo pensando en todas las personas que han pasado por tu vida, las cosas que has aprendido y las cosas que hubieras deseado no aprender. Si has deseado algo con tanta fuerza como para no pensar en nada más. Yo, por mi parte, suelo alejarme de todo lo que se relacione contigo. Porque hay un halo extraño a tu alrededor. Porque hay algo que no me deja entrar. Porque tal vez no quiero hacerlo. Y es que creo que ese es el encanto que emanas, que no te puedo descifrar.   

lunes, 23 de abril de 2018

Y los recuerdos vienen y me siento como hace ocho años porque te ves igual y no has cambiado y tu ropa es la misma que ya conozco de memoria y me pregunto estúpidamente si no eres un viajero del tiempo que se empeña en no envejecer y en recordarme el primer día. Pero no he visto tus ojos y no me atrevería tampoco porque siento que en su brillo radicará la diferencia y que parecerá que todo fue un sueño, que nunca pregunté tu nombre y que nunca me sonreiste. Lo prefiero así, tal como lo recuerdo, con todo y las embarradas cometidas, con todo y el temor inocente. Quizás tú no lo recuerdes, ¿quien sabe?, tal vez al casarte lo primero que ocurre es que las cosas realmente insignificantes son borradas de tu memoria para dar espacio a tantas nuevas experiencias. No lo sé, quizás solo mis escritos darán vida a aquello que la mente con el tiempo matará. 

jueves, 19 de octubre de 2017

Al anochecer

Una sola oración y una carga inmensa. La certeza del dolor ajeno y la incertidumbre de la razón. El ligero peso de quien recuesta su sufrimiento en tu alma. Se va. Probablemente sin un peso encima y tú intentas cerrar los ojos y hacer que ese nudo en la garganta desaparezca. Sin embargo notas que no logras llorar, tu vida por primera vez en mucho tiempo se encuentra en calma y no hallas un motivo para entristecer, tan solo tienes penas prestadas y el desconocimiento de cómo eliminarlas. Eres un filtro y debes dejar ir.

Más allá

Era como una caída libre, sentía sus ojos cerrados y el vértigo, la brisa intentando detener a la gravedad, su cuerpo cediendo, su corazón y su mente creyendo con fe ciega en un paracaídas que no existía. Sentía la sonrisa en sus labios y sus latidos en la garganta, sentía la adrenalina resbalándose en su piel y sentía que cada segundo se alejaba de la oscuridad y se acercaba a una luz misteriosa y desconocida que se alimentaba de sus miedos y sus sueños. Sentía toda su existencia a punto de llegar al lugar en que debía estar.

domingo, 7 de mayo de 2017

Siempre alguien se va.

A veces aun me cuestiono hacia donde voy. Las preguntas y las especulaciones están a la orden del día y siempre atribuyen mis respuestas a un estado temporal marcado por las experiencias previas pero en el fondo siento que no se debe a eso. Me dicen que es experiencia, yo lo veo como una revelación. Es cierto, quizás vuelva a sentir algo similar en el futuro pero la verdad es que estoy predispuesta y nunca va  a ser igual. Y es que el primer amor fue ingenuo, fue fatuo, fue ciego y, ante todo, fue temporal, algo que nunca vi y que me hizo errar de las maneras más absurdas. Es por eso que ahora comprendo la verdad de la naturaleza humana, veo los errores femeninos, veo los errores masculinos y veo que el amor es algo que no los sobrevive. Luego de tanto tiempo veo que hay cosas que obviamos, hay cosas ante las cuales desviamos la mirada en pro del bienestar del corazón y me pregunto si vale la pena. Hoy, como tal vez nunca antes, veo la imposibilidad de un final feliz porque, como diría Santiago Cruz, siempre alguien se va.